¡SHIT! Crónica de un abuso tras el partido Tigres vs Houston Dash
Quisiera no tener que escribir esto, pero tengo que hacerlo. El pasado sábado al finalizar el encuentro entre HOUSTON DASH y TIGRES, la jugadora mexicoamericana Sofía Huerta sufrió un abuso por parte de un “aficionado” y sí, efectivamente es un ABUSO.
Huerta, al igual que algunas de sus compañeras, fueron de las últimas en dirigirse hacia los vestidores ya que estaban atendiendo a la afición y todos querían fotos con ellas. Antes de llegar a la puerta que se encuentra atrás de la portería de zona gol sur se detuvo a atender a un par de aficionados, si ustedes han tenido oportunidad de visitar el Estadio Universitario saben que hay un espacio profundo que divide las gradas de la cancha para evitar invasiones al campo. Las selfies que se toman las jugadoras en esos puntos no suponen mucho acercamiento con el aficionado por lo que no hay mayor riesgo, aunque la seguridad nunca debería confiarse por eso.
Atrás de esa misma portería también se encuentra el túnel donde los equipos se perfilan para salir al campo. En ese lugar, lo único que divide al jugador del aficionado es una malla ciclónica y el contacto puede ser más directo. Precisamente fue ahí donde se encontraba el atacante mezclado con otro grupo de aficionados que le gritaron tanto a Sofía que esta accedió a pasarse de largo el vestidor e ir hasta donde estaban para atenderlos. Se tomó un par de fotos con aficionadas antes de tomar el celular del atacante quien aprovecho su disposición para poner la mano en uno de sus senos con toda la intención de hacerlo (No se engañen, no fue un accidente).
Había tantas personas alrededor: personal de seguridad interna, seguridad pública, prensa, aficionados pero sólo algunos nos dimos cuenta de lo que pasaba y todo fue en cuestión de segundos. A lo lejos se escuchó una voz gritando que soltará a Sofía y fue apenas ahí cuando el policía reaccionó y se puso a un lado del tipo; ella le regresó el celular, se dio la vuelta y caminó frente a mí hacia los vestidores. Ahí fue cuando la vi con ojos desencajados, enojada y gritando Shit, shit, Shiiittt!!!
Su reacción me recordó a mí misma cuando me tocaron por atrás en el transporte público, me recordó las miles de mujeres abusadas todos los días en sus casas, trabajos y en la calle. Todas hemos gritado SHIIIIIIIITTTT.
Cuando compartimos este caso el día de ayer en nuestras redes me dio tanta pena, tristeza y desagrado ver a tantas personas minimizando o desacreditando el tema. “Pero si ella está bien feliz tomándose la foto”, “Y porque no dijo nada”, “Lo están sacando de contexto”, “Pobre hombre ya lo quemaron”, etc. Seguramente nunca han pasado por nada igual, seguramente no saben que lo primero que quieres es quitarte esa horrible sensación que te deja el abuso, bloquearlo y olvidarlo. Reacciones como estas es por lo que sigue pasando y pasando, NO podemos normalizarlo y NO podemos ponerlo en tela de juicio. Yo lo vi, lo vimos muchos y decidí hablarlo porque ¡¡YA BASTA!!
Punto aparte los “aficionados” en redes que le ponen colores a la despreciable acción de este individuo: “Pues claro, tenía que ser en el universitario”, “Tigres tercermundistas”, “Seguro es un Rayado infiltrado para hacer quedar mal a la afición”, “Tenía que ser Tigre” y puedo seguir citando estupideces de ese tipo porque fueron muchos los que se desviaron del tema original. Entiendan que este tipo de actitudes NO es por el jersey que trae puesto, NO es por el equipo al que sigue y NO es por el estadio al que van. Esa rivalidad Tigres – Rayados mal encaminada termina siendo igual de enferma que el tipo en cuestión.
Este caso nos deja como enseñanza que la seguridad en los estadios para encuentros de femenil tiene que ser un tema prioritario, más aún cuando la afición ya estuvo alcoholizándose en un juego previo varonil como en este caso con el Tigres vs Santos. Muchos de estos inadaptados borrachos se quedaron y sobra decirles que los silbidos y el “güerota” estaban a la orden del día cuando alguna jugadora del Dash cobraba un tiro de esquina.
Hasta este momento Sofía Huerta no se ha pronunciado al respecto, tal vez nunca lo haga ya que pasar por una situación así no es fácil y muchas intentamos pasar la página rápido. De antemano una disculpa para ella si haber hecho público el tema significa una incomodidad pero como sociedad necesitamos denunciar y exhibir a los atacantes para que, en el mejor de los casos, reciban su merecido.
De nuevo una disculpa Sofía, pero tenía que hablar.
Vianey Rodríguez G.